jueves, 18 de septiembre de 2014

Boku no Ouji-sama (Endou x Kazemaru) Capítulo 9

Pasan el día según lo planeado. Ahora, ambos chicos van de camino a la Torre Eiffel. Ya es por la noche y hace mucho frío. Endou camina entusiasmado mirando a todas partes junto a Kazemaru, comentando lo que habían hecho ese día.
            -¡Ha sido increíble! ¡Quiero volver al museo de nuevo! ¿Y Notre Dame? ¡Repetiría mil veces más! Kazemaru, ¡tus planes son geniales! ¡Me alegra haberte escogido como mi acompañante!
            Kazemaru lo mira sonriente. Le gustaba tanto esa sonrisa de su amo...
            -Pues aún queda lo mejor, amo Endou –comenta el peliazul-. La Torre Eiffel es el sitio más bonito de París. Por eso es la última visita, para verlo por la noche.
            -¡Pues vamos rápido! ¡Quiero llegar cuanto antes! –Grita Endou entusiasmado mientras agarra la mano de Kazemaru y echa a correr. El sirviente no puede evitar sonrojarse levemente, pero corre tras él sonriendo, pues estaba con la persona que más quería en el mundo.
            -¡Claro, amo Endou! –Responde en el mismo tono-. ¡Ya casi llegamos!
            Un par de minutos después ya están bajo la gran torre, mirándola atónitos. Era mucho más bonita así tan de cerca...
            -¿Vamos a subir? –Pregunta Endou observando cada milímetro.
            -Por supuesto. Venga conmigo, amo Endou –sonríe el peliazul echando a andar hacia la entrada. Su amo lo sigue y Kazemaru se acerca a una chica. Comienza a hablar con ella en inglés, por lo que Endou no alcanza a entender la conversación. Luego, el sirviente se vuelve hacia él-. Vamos. Ya podemos entrar.
            -¿Qué le has dicho? –Dice Endou mientras sigue a Kazemaru por las escaleras para entrar a la Torre Eiffel.
            -Es una sorpresa, amo Endou –responde mientras saca un pañuelo de tela de su bolsillo-. Permítame un segundo –Kazemaru comienza a vendar los ojos de Endou con el pañuelo.
            -¿Ah? ¿Kazemaru? –Pregunta Endou extrañado.
            -Confíe en mí.
            Endou asiente levemente y siente la mano de Kazemaru tomando la suya. No veía nada, pero se dejaba guiar por el peliazul. El castaño siente que se montan en un ascensor. ¿Dónde iban? Tardaba demasiado en parar... Un momento después, el ascensor se detiene y Kazemaru tira suavemente de Endou para que lo siga. Este echa a andar tras su sirviente.
            -¿Dónde estamos? –Pregunta curioso el amo.
           -Deme un segundo, amo Endou –pide el peliazul. Suelta la mano de Endou, quien se queda algo desorientado, y comienza a quitarle el pañuelo-. Ya puede mirar... –Susurra Kazemaru retirándole el pañuelo de los ojos. Cuando Endou los abre, se queda asombrado.
            -Kazemaru... –Dice Endou impresionado. Estaban en el último piso, lugar donde, desde hacía unos años, ya no se podía acceder. Pero allí estaban. El castaño se acerca con la boca abierta hacia la barandilla para observar mejor el paisaje nocturno. Kazemaru se pone a su lado.
            -¿Le gusta? –Pregunta mirándole.
            -Muchísimo... –Susurra Endou. Luego lo mira-. ¿Cómo has conseguido que podamos subir hasta aquí?
            -Ha sido un gasto de dinero que he hecho bastante a gusto –responde el sirviente. Endou mira al frente de nuevo, observando París. Un par de segundos después, baja la mirada, aparentemente triste-. ¿Amo Endou? –Pregunta Kazemaru algo preocupado.
            -¿Por qué...? –Dice el castaño en voz baja.
            -¿Ah? –Se extraña el sirviente.
            -¿Por qué tiene que pasarme esto...?
            -¿A qué se refiere?
            Endou mira a Kazemaru, quien se queda asombrado. Su amo tenía lágrimas en los ojos. El peliazul no puede articular una palabra. Endou se acerca a él lentamente.
            -Kazemaru, yo no puedo más... –Susurra el amo-. Por mucho que lo intento, no puedo dejar de amarte... Perdóname, Kazemaru... –El sirviente nota cómo sus ojos se van llenando de lágrimas también-. Nunca te dije nada, simplemente intenté que nuestra relación se enfriara... No sabes cuánto he sufrido... Cuando me enteré de que iba a tener que casarme con alguien concertado, el mundo se me vino encima... Yo quería estar contigo para siempre, y sabía que eso no iba a poder ser... –Endou abraza a Kazemaru suavemente. El peliazul se queda unos segundos sin reaccionar, pero después lo abraza también-. Te amo, Kazemaru... –Le dice al oído tristemente. El peliazul no puede evitar comenzar a llorar.
            -Amo Endou, yo también lo amo... muchísimo... No sabe lo mal que lo he pasado estos años... No podía seguir a su lado y no poder tocarle...
            Endou se separa un poco de él y pone un dedo en sus labios.
            -No digas nada más...
            Tras decir esto, lo besa dulcemente. Kazemaru corresponde al beso sin pensarlo dos veces. Había estado esperando ese momento durante mucho tiempo, pero Endou también... El beso comienza suave, pero va adquiriendo más y más pasión con el paso de los segundos. Tras un rato, ambos se separan respirando fuertemente, bastante sonrojados.
            -Kazemaru, quiero pedirte algo... –Comienza Endou.
            -Dígame, amo Endou...
            -Quiero que volvamos a estar como cuando teníamos quince años. Quiero que actuemos como una pareja normal hasta nuestro regreso a casa... Por favor... Quiero este viaje como recuerdo de nosotros... Olvida el “amo Endou” y las formalidades mientras estemos de viaje. Quiero ser tu novio, no tu amo... ¿Qué me dices?
            Kazemaru no alcanza a decir nada más. Simplemente asiente levemente. Endou sonríe y besa de nuevo al peliazul. Cuando se separan de nuevo, Kazemaru sonríe feliz, aunque con suaves lágrimas adornando su rostro.
            -Te amo, Endou...

1 comentario: